sábado, 17 de marzo de 2012

La virtualidad real, soliloquio de un nuevo Martín Fierro



En un siglo veintiuno bastante avanzado, en un café de la avenida Corrientes, Dorrego Garrido soliloquia sobre lo que se denomina realidad virtual.
 


 


Seguramente habrán oído hablar de la famosa realidad virtual, un método, un proceso, una capacidad que han desarrollado los seres humanos durante la historia, aunque las primeras apariciones no fueron digitales como hoy en día. La realidad virtual es simplemente algo que se asemeja a la realidad, que puede ser casi idéntico, que uno mismo puede llegar a pensar que es real pero que verdaderamente es virtual, en otras palabras, no pertenece a la realidad. Para ilustrar primeramente esta idea abstracta voy a pedir que se imaginen un cubo. Dentro de ese cubo se encuentra la realidad, nuestra vida corriente y fuera se encuentra lo imposible, la virtualidad o realidad virtual. Les voy a dar también unos cuantos ejemplos que ilustran la realidad virtual:
 


En la edad media los caballeros hacían una simulación de batalla con una especie de maniquí que tenían que derribar con una lanza, montados a caballo. El hecho de pensar que el maniquí que representa un soldado en medio de una batalla es una virtualidad. En la realidad ese maniquí es un simple maniquí de madera pero el caballero se figura que ese maniquí es otro caballero que tiene que matar en medio de una batalla, es decir, que el caballero y el maniquí se encuentran dentro del cubo y el soldado imaginado en la simulación de la batalla se encuentra afuera. Desde hace un cierto tiempo los pilotos de aviones se entrenaban con simuladores de vuelo, en los que tenían que poner en práctica sus conocimientos y llevar el avión a buen ''puerto''. Otra realidad virtual muy conocida es la de los videojuegos en donde la gente juega a ser un personaje imaginario o de mundos paralelos en sus consolas, por lo tanto, la persona con su mando se encuentran dentro del cubo y el mundo paralelo se encuentra fuera del cubo.
 

En la actualidad es difícil distinguir lo que está dentro del cubo y lo que está fuera, la gente trabaja con el ordenador, va a comprar y paga con tarjeta de crédito, vive completamente metido en la virtualidad, no más le digo; los bits casi sustituyen al billete y a la moneda. Todos estos ejemplos nos muestran que este fenómeno que se dice bastante nuevo, ya existía desde hace mucho tiempo, todo tipo de simulación de visualización futura son una realidad virtual, hasta el hecho mismo de pensar en la evolución previsible de la realidad virtual es una realidad virtual (perdónenme la repetición del término ''realidad virtual'' pero hasta ahora nadie ha inventado otra denominación). Además de los ejemplos anteriores, que son bastante banales quería añadir el ejemplo perfecto que sin duda me parece el más representativo; ''la invención de Morel''. Tiene ya sus años pero a mi gusto representa la mayor realidad virtual jamás imaginada. El escritor Adolfo Bioy Casares describe en esta novela una máquina capaz de recrear el espacio, el tiempo, el olor, los colores, las personas de un lugar en un cierto momento. Esta máquina funciona más o menos como una cámara de video aunque le hace posible al observador utilizar los cinco sentidos en esta especie de grabación. Durante esta novela el narrador se esta debatiendo entre el mundo real y el mundo virtual. No se sabe exactamente en qué lugar se encuentra el protagonista (en la realidad o en la virtualidad) ya que Morel, el personaje que ha inventado la maquina, explica que la ha estado utilizando durante la novela, por lo tanto puede que el protagonista haga parte de la ''grabación''. En esta novela se contraponen dos mundos idénticos que se pueden confundir entre sí.
 

El caso de este pobre náufrago en la novela de Adolfo Bioy Casares me hace pensar en mi situación en este mundo en la que poco a poco se ha estado implantando la realidad virtual, hasta el punto que no se puede saber exactamente en que realidad estamos, en el interior o en el exterior del cubo. En este mundo me siento como un único elemento real, me siento una figura apartada de toda esa virtualidad en la que vive la mayoría de la gente, debe de ser porque no tengo ganas de acercarme a ese mundo frío o simplemente porque soy un cartonero del Once que tiene una renta tan baja que no puede vislumbrar ese mundo de los bits, (aunque en el pasado tengo que admitir que tuve un contacto con ese mundo, por lo que puedo darles informaciones precisas sobre todo lo que estoy desarrollando). 


Cuando estoy solo entre mis cartones reflexiono muchas veces sobre el mundo que más real es. Reflexiono sobre la realidad, que yo y unos pocos llamamos realidad y la virtualidad que yo y otros pocos llamamos virtualidad. Acá se puede discutir quién tiene el conocimiento verdadero de que uno se encuentra en el mundo real o en el mundo virtual. Yo pienso que tengo el conocimiento verdadero, la razón, al afirmar que me encuentro en el mundo real dentro del cubo y que el chico que juega con la consola se encuentra en parte en el mundo de la realidad virtual, fuera del cubo. Esa razón la he debido de adquirir con una cierta lógica o experiencias que me han sido proporcionadas por la vida, verbigracia; si pienso lógicamente, yo en este mundo puedo tocar las cosas y sentir si están calientes o frías, yo si toco la consola la siento pero no siento todo el mundo que alberga en ella, no siento todos esos personajes que están en su interior (asumiendo que los sentidos están relacionados con el mundo real), con que el mundo que está en la consola es para mí absolutamente virtual. En cambio, ahora me pongo en el lugar del chico que juega a la consola, que utiliza la misma lógica que yo y que tiene sus propias experiencias, a saber: en su vida corriente no comunica mucho, sin embargo al jugar a un juego multijugador comunica mucho con los demás jugadores, juega bastante bien por lo que es admirado por sus amigos virtuales. Su vida social se basa nada más que en la comunicación con la gente de ese juego, su realidad sus intereses se moverán más bien por ese mundo virtual que por el real. Pues la vida de este chico está en parte dedicada al mundo virtual, este chico puede llegar a decir, mejor dicho, puede llegar a pensar (porque cuando uno se da cuenta de esto normalmente no se lo dice a los demás) que la virtualidad para mí, es su realidad y la realidad para mi es su virtualidad. Para este chico la pared del cubo ha desaparecido. Al ver todas estas tecnologías me pregunto por qué últimamente surge tanta realidad virtual con el fin de satisfacer nuestro ocio, hasta el punto de invadir nuestro mundo real y hasta el punto de sustituirlo. 


En la antigüedad, como lo dije antes se utilizaba la realidad virtual (en su forma primitiva) para suplir nuestras necesidades más primarias, como el hecho de entrenarse con un maniquí para luego ser un buen caballero durante una batalla y defender su castillo. Pero a lo largo de estos dos últimos siglos se han ido desarrollando nuevas técnicas para suplir nuestras necesidades secundarias como es el ocio. Dentro de este ámbito se puede encontrar una gran rama; el mundo informático que se ha desarrollado rápidamente. Voy a profundizar el tema de los videojuegos en el que cabe destacar que un cierto idealismo de compensación (subconsciente) entra en juego a la hora de enfocar, lo que había expuesto antes; es decir, si mi mundo es el real y el mundo del videojuego es irreal o viceversa. Por ejemplo: el chico anterior que sufre de un fracaso escolar se refugia en unos mundos paralelos o imaginarios (de los videojuegos) en donde él es omnipotente, donde él lo sabe todo, donde él controla todo y soluciona todos los problemas. Gracias a este mundo paralelo el chico puede ''vivir experiencias'' que serían imposibles en el mundo real. Con el juego virtual puede abastecer sus necesidades de aventura o de acción que son imposibles en su vida de estudiante. En efecto se puede constatar que utilizando la realidad virtual se suple el ocio pero sobre todo se compensa las carencias de carácter, las debilidades psicológicas de un individuo gracias a un mundo virtual, al que él pertenece (en cierta manera), en el que no tendrá sus defectos normales y al que idealizará para inconscientemente sentirse satisfecho.
 

Antes de finalizar querría destacar algo muy importante en la terminología de la realidad virtual; la realidad aumentada, que me sorprendió mucho cuando la oí por primera vez. No me hubo de sorprender porque en la calle vi gente que caminaba con unos anteojos, que daban todo tipo de informaciones sobre la calle y sus alrededores, o porque gracias a su celular y con un simple código de barras, cualquier viandante podía obtener todo tipo de informaciones sobre un producto que aparece sobre una publicidad; sino porque enseguida le vi una gran similitud con un elemento de uno de los clásicos de otro gran autor; Jorge Luis Borges. El Aleph, un punto de unos centímetros de radio que tiene en él el universo entero, el mundo real y el mundo no real. En él se ve el mundo con todas las perspectivas posibles. Es curioso como Borges, el narrador, en el cuento, en aquella época, mirando por un pequeño agujero de un sótano pudiese ver el universo entero y obtener informaciones de cosas abstractas o ya perdidas en el tiempo. El Aleph es fácilmente comparable a la obtención de datos mediante un código de barras, en todo caso, con estos dos elementos obtienes un conocimiento. Solo queda por añadir que el Aleph proporciona un conocimiento completo. 

¿Será ese el futuro de la realidad aumentada?
 


Para concluir, con todo lo expuesto, la realidad virtual es un concepto que siempre ha existido, antes se manifestaba de manera esporádica, para abastecer las necesidades más bien primarias del hombre, en el siglo veinte se fue desarrollando para poder divertir e instruir a los seres humanos de una manera totalmente diferente, ahora ha evolucionado tanto y tomado tanta importancia y amplitud en nuestras vidas que uno ya no sabe exactamente que sitio va ha ocupar en la sociedad. Cuando se ven personas alienadas frente a un televisor jugando a un videojuego o agentes de bolsa absorbidos, comprando y vendiendo acciones durante un día entero, se piensa fácilmente que para una parte de la población, que de momento no es muy grande (pero que puede aumentar fácilmente), la realidad virtual ha ocupado sus propias realidades.
 

¡Pero quién soy yo para manifestar que la realidad virtual ''ha intercambiado el sitio'' con la realidad!
 

Me puedo estar equivocando, (como dije antes) la realidad virtual del chico que juega a un videojuego puede ser la Verdadera realidad y mi realidad es una simple virtualidad que yo pienso que es real.
 

Mientras discuto cuál es la Verdadera realidad, mientras discuto que sitio toma la realidad virtual en nuestras vidas, me paro a pensar en el pequeño Aleph, en que dentro es un mundo que está observado por un narrador, me paro a pensar en la estructura del Atomismo Lógico y dejo libre una hipótesis; lo que denominamos realidad y lo que denominamos realidad virtual pueden hacer parte de una gran Realidad que engloba todo, como si el cubo y lo que esta fuera del cubo estuviesen (los dos) dentro de un mismo cubo. Me permito añadir que el cubo y lo que esta fuera del cubo pueden hacer parte también de lo que no está dentro del Gran cubo.







Cámara: Leica c-lux-3  Edificio Racionalista  B.A.



T.B.R





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